� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 51 maldición, levanten la mano derecha.” Fue el atardecer en el pueblito y difícil ver, pero pudimos ver las siluetas de muchas manos levantadas y ondeandas. Todos levantaron sus manos derechas porque nadie quería estar excluido. Les dije no bajar las manos hasta que terminemos de orar. Rompemos el poder de esa maldición sobre ellos en el nombre del Señor Jesucristo. Había tanta gente quien no conocía al Señor Jesús y el mensaje de salvación brotó con fluidez. “Jesús es El quien se morió y pagó el precio por ti, para liberarte. Se morió sobre la cruz, ¡Pero Dios le resusitó de las muertes!” Entonces, dije yo, “Ustedes que quieren conocer a este Jesús quien les ha liberado de sus maldiciones y hacerle Señor de su vida, levanten los dos brazos y sustentenlos y no los bajen.” Todas las manos, de lo que yo podía ver, estaban hacia el cielo y cuando oré, entre trescientas y cuatrocientas personas recibieron al Señor Jesús esa noche. Cuando dije, “Amén,” todos nos acercaron para tocarnos. El amor de Dios desbordaba como un río y seguíamos a decir, “¡Dios te bendiga, Dios te bendiga, Dios te bendiga!” Fue unas de las veces más conmovedores de mi vida. Yo había leído muchas veces el Salmo 109 y pensado en el dolor del corazón de Jesús como se sentaba con sus discípulos durante la última Pascua. El conocía muy bien la Biblia y por eso, sabía que el Salmo 109 era una profecía acerca de Judas. Puedes imaginarte la pesadez que se sentía El porque le amaba a Judas. Yo había leído este Salmo y me sentía el dolor, pero nunca me di cuenta que tenía todo que ver con los gitanos hasta que me dijera el Señor. ¿Hizo una diferencia en las vidas de esas personas por tener quitado las maldiciones? ¡Claro que sí! Como resultado, muchos gitanos recibieron sanidad de sus cuerpos. Fueron liberados de opresión, depresión y muchas cosas más. Aprendí ese próximo año que casi ciento iglesias se brotaron de esa reunión sencilla. Hay unos pastores maravillosos que han arriesgados todo para trabajar con los gitanos a pesar de la presión adversa de su cultura. Como el libro de Hechos—los gitanos son testigos de milagros de sus propias manos, y el avance del evangelio, no sólo en Rumania, sino también en las vidas de los gitanos en los países a sus alrededores. Dios me mostró que cuando levanten de nuevo la Cortina de Hierro, El usaría a los gitanos para llevar la Palabra de Dios a los lugares donde nadie más podrá irse. Esas personas van a ser sus envangelistas cuando los tiempos estén difíciles. Pueden vivir con casi nada y no puedes encerrarlos; ¡No hay una Cortina de Hierro por cual ellos no pueden pasar! ¿Qué es esta maldición que es sobre los gitanos? Es la maldición de la sangre inocente. Es sobre ellos por la traición de Jesús, el Hijo de Dios. Los gitanos están en la línea de sangre de Judas Iscariote por medio de sus hijas. La maldición de la sangre inocente por traicionar al Hijo de Dios-Jesús
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