Convertiendo las Maldiciones en Bendiciones

� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 46 Nosotros en la iglesia, el Cuerpo de Cristo, nos habíamos dejado estar maldecidos porque hemos puesto nuestra confianza en el hombre. Decimos, “El pastor recibe un sueldo. Déjalo hacerlo,” o “No soy evangelista; ¡No tengo que testificar!” ¿Dónde está eso en la Biblia? Debe ser una de esas nuevas versiones. El pastor necesita tu ayuda. Creo que hay muchos pastores que pudieran irse al mundo y ser grandes éxitos porque son hombres capaces y bien talentosos. Yo sé que cada pastor necesita desesperadamente (desafortunadamente, tengo que decir “desesperadamente”) a cristianos deseosos de completar los trabajos, participar y ayudar como obreros del Señor. Gloria a Dios, veo muchas cosas buenas, y una de esas es la participación de los hermanos. Esta es una cosa poderosa. Eso es lo que necesitas hacer, y también deja de confiar en el hombre. (Jeremías 17:7-8) Bendito el varón que confía en Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Yo vivía en un área de desierto y veía los árboles por el Río Bravo verdes y bonitos. Nadie tenía que regarlos o cuidarlos. Dios nos cuida en la misma manera si obedecemos su Palabra. Los cristianos deben ser como el árbol plantado junto a corrientes de aguas. No tenemos que preocuparnos sobre quien es elegido o no es elegido, ni nada de cosas así. ¡Necesitamos que estar echando nuestros raíces por la orilla, para que a pesar de las sequías, nuestros raíces están profundos hacia los aguas subterráneas! Estamos regado por el Espíritu Santo. A pesar de donde vivimos, nosotros cristianos debemos estar en este lugar. Sí no, estamos perdiendo grandiosas bendiciones que el Señor tiene para nosotros. El profeta Zacarías fue dado una visión para mostrarnos otra maldición de Dios. (Zacarías 5:1-4) De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho. Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (come está del otro lado del rollo) será destruido.

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