Convertiendo las Maldiciones en Bendiciones

� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 88 Dios ha cambiado a sus vidas. A veces no puedes reconocer a la persona. Hablo de gente que era depremida severamente, loca entre otras cosas así. La primera vez que tratamos de la locura fue en una iglesia con un hombre depremido clínicamente. El hombre no recibió inmediatamente su sanación, pero había evidencia de cambios. Más tarde, me llamó por teléfono y me dijo que iba a dejar de tomar su medicación. Gente con depresión severa debe tomar este medicamento toda la vida. Entonces, dije yo, “Bueno, ¿Por qué no empiezas por dejar un poco a la vez.” El hombre me dijo, “Carl, no entiendes. No puedes dejar de este medicamento un poco a la vez. Hay un riesgo que te vas a volver loco. Lo tomas o no lo tomas. Y si estoy cometiendo un error, voy a irme por fe, pero no sabré hasta que pase un rato. Me siento dirigido por el Señor.” Entonces, dije yo, “No puedes darte consejos, hermano, pero lo que decides hacer, estaré de acuerdo contigo.” Dijo él, “Te llamé porque sabía que me apoyarías. Ya lo decidió y tengo cuatro días sin el medicamento. Hay un período de seis semanas que yo pudiera volver en loco.” Por seis semanas, yo oraba por el hombre. Cuando sátanas no podía afectar su mente, atacó los riñones del hombre. Fracasaron. Su sistema renal fracasó. Oramos en el nombre de Jesucristo y recibió nuevos riñones y Dios honró nuestra oración. Este hombre ha pasado por muchos tribulaciones. El es una de las fuerzas en su iglesia hoy. Es un consejero muy fuerte allí. No tenía ninguna idea como iría cuando tratando de este tipo de locura. Las bendiciones siguen funcionando, aun cuando el diablo está intentando robarnos de ellas. Pero esas bendiciones están serviéndonos con cada látigo del corazón. Esas bendiciones se quedarán a menos que digamos diferente. Hay sólo una manera para romper maldiciones. Esa es la muerte. ¿Quieres librarte de tus maldiciones? ¡Muérete! La Biblia nos instruye a morir a nosotros mismos, ¿No? Jesús morió sobre la cruz y tomó las maldiciones. Pero tenemos que morir a nosotros mismos; tenemos que morir a nuestra carne para quedarnos libres de maldiciones. También me estoy hablando acerca de este asunto. Lo que necesitamos recordar es que le importamos a Dios. Tiene un amor ardiente por nosotros, aun cuando a veces no tenemos este tipo de amor por El. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición: “Maldito todo el que es colgado en un madero.” ¡Si caminaremos en Cristo, seremos protegidos de las maldiciones que vienen de los pecados!

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