� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 59 Por eso, la cristianidad tiene muchos problemas en nuestra época. Muchos cristianos completamente niegan al Espíritu Santo, o si saben del Espíritu, enfatizan su habilidad de hablar en lenguas, interpretar, discernir y hacer todos los nueve dones de 1 Corintios 12. ¡Y no hay fruto! La iglesia de Corinto estaba inflada de su propio orgullo y todavía podía manifestar todos los dones espirituales. Los corintios pensaban que sabían todo, pero practicaban el incesto. Bueno, “Vivimos en la era de la gracia, pues podemos hacer lo que queremos.” ¿Es un acto verdadero del amor que un hombre o una mujer tener relaciones sexuales con alguien más que su esposo? ¡No! El amor verdadero producirá fruto por tod la eternidad. ¿Por qué le Dios permitiría a la gente a continuar operar por su Espíritu y todavía estar lleno de pecados? ¿Sabes la razón? Porque El quiere perdonar. Espera que por medio de sus pecados, se vaya a arrepentir. Pero, eventualmente llegará el día cuando cierre la puerta. Algunos de nosotros entienden esto. Hemos visto pasar esto a muchos ministerios. Eventualmente, Dios quita de ellos la unción del Espíritu Santo. Entonces tienen que entrar a muchos tipos de actividades para intentar a hacer funcionar los trabajos. Un ministerio es conocido por su fruto. No tiene nada que ver con algo más— el fruto lo dice todo. La maldición de dar mal fruto Ahora, vamos a hablar acerca de nuestras vidas. ¿Qué tipos de fruto estamos produciendo? En estos siguientes versículos, hablaremos acerca del fruto podrido. Es muy interesante que Dios los pone juntos. Cuando hablamos acerca del fruto de la carne, las obras de la carne, hablamos sobre la parte que hace lo malo. Pecamos en aquel área. Esa es la parte donde le negamos a Dios. Es la parte donde hay tantos problemas por nuestro orgullo. (Gálatas 5:19-21) Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. ¡Esos son los frutos podridos! Y los que practican las cosas así no tienen ninguna herencia del reino de Dios. Lo leímos de la Biblia. ¡Más que nada, el fruto tiene el valor! Tal vez tengas el poder y las riquezas, quizás tengas un montón de cosas disponibles a ti como una flota de aviones que cargan a sus equipos de ministros a todas partes del mundo, pero estas cosas no significan nada. Lo que hace la diferencia es el fruto. Israel
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