Convertiendo las Maldiciones en Bendiciones

� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 39 En este capítulo, vamos a ver unas cosas diferentes que hacemos que nos llevan maldiciones directamente de Dios. Sí, Dios maldice. No es una blasfemía decir que Dios maldice. El problema es que sabemos mejor que Dios. Mira lo que dice El por medio de su profeta Malaquías. (Malaquías 2:2) Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. Un origen de maldiciones es hablar las palabras involuntariamente. Dios no está jugando con nosotros. No podemos jugar “iglesia.” Si oímos la voz de Dios y escogemos a desobedecerla y guardar de El la gloria, cada vez que decimos, “Dios te bendiga,” le estamos maldiciendo a alguien. Piensa tú en eso. ¿Y qué pasa cuando alguien cuya vida no está honrando al Señor te bendice? Ten cuidado porque él te está maldiciendo según a Malaquías 2:2. Esto se llama una maldición de clero. ¿Sabías que un clero puede maldecirte? Si no crees en la misma manera que ellos, muchas veces se enojan y te dicen que estás escuchando a satanás y no a Dios. ¿Y qué pasa cuando un predicador adúltero o homosexual oficia al matrimonio de una pareja joven? Pronuncia una “bendición” sobre la pareja, pero Dios dice que verdaderamente que sus bendiciones son maldiciones. ¿Has sido maldecido por un sacerdote o un pastor? Si sí, seas seguro que lo perdones, rompas la madición y en cambio, le pidas a Dios que te llene con bendiciones. También hay el caso de la surgimiento de un cabezón en los ministros que están haciendo cosas grandioas y toman para si mismos la gloria que merece a Dios. Estas personas son maldecidas de Dios. Esta es la razón que no dejo orar por mí cualquier persona. Primero, oímos, y pensamos en sus palabras hasta que alcancen el corazón. Solamente entonces podemos dar a Dios la gloria. Otro origen de maldiciones es no dar la gloria a Dios por medio de sustituir los ídolos. (Deuteronomio 27:15) Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dira: Amén. Yo vivía en Nuevo México donde hay un montón de estatuas maldecidas. En los tiempos de 1540, la Iglesia Católica Romana vino al lugar donde está mi casa hoy en día. Vivíamos en una parte del antiguo Camino Real, la calle más vieja en Norte América. Los europeos establecieron el área de Nuevo México mucho tiempo antes de las costas de que hoy en día son los Estados Unidos. Vinieron para hacer hazañas de las riquezas de la tierra y llevaron muchos imágenes de fundición. Por supuesto, ya tenían muchas

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