� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 79 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Todo el pueblo respondió así, no sólo los líderes. Una vez, un judío intentó a decirme, “No tengo esta maldición sobre mí porque fue dicho sólo por los líderes, los ancianos.” Entonces, le dije yo: “Lee tu Biblia. ¿Qué dice?” Dice, “Todo el pueblo respondió.” La maldición fue impuesta por ¿Cuántas generaciones? No hay fin declarado aquí. Los judíos tienen la misma oportunidad que tenemos nosotros gentiles. Jesús también es su salvación. Esta es una maldición de sangre inocente impuesta sobre si mismos por medio de palabras que se convirtió en una algo generacional. Hay gente que se pregunta el porqué que sufrieron tanto los judíos en Alemania. Si hubieran dicho algo diferente en el tiempo de Jesús, la historia hubiera sido diferente para ellos. Las palabras hacen la diferencia. La Segunda Guerra Mundial no es la única vez que los judíos sufrieron persecución. Es una parte de su historia en general. LAS MALDICIONES QUE UNA NACIÓN SE IMPONE SOBRE SI MISMA (Deuteronomio 19:10-12) ...para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre. Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades, Entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera. Nuestra nación es maldecida porque estamos protegiendo al criminal. Las ciudades de refugio no protegió a los asesinos a los cuales que les gustaba matar. Una maldición por la cual necesitamos arrepentirnos es la del hecho que las víctimas, no los criminales, son perseguidas, procesadas y destruidas. Los violadores, asesinos, ladrones y narcotráficos andan libres. Esas personas que trafican con las drogas están traficando la muerte. Si tienes miembros de tu familia usando las drogas, ora por ellos. No hagas excusas por ellos. No sólo pudieran quemarse en el infierno, sino también la gente que gana tanto dinero de ellos. Si los ancianos no hubieran liberado al hombre que derramó la sangre inocente, aunque él se huyera a la ciudad de refugio, habrían sido condenados. Los ancianos de la ciudad habrían traido condenación y maldiciones a esa ciudad. Por eso, Dios hizo esa ley. No podemos rehabilitar al pecado. Los criminales no necesitan ser protegidos. Necesitamos extirpar el problema en nuestra nación, el cual es la denegación de las cosas
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