� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 1 CONVIRTIENDO LAS MALDICIONES EN BENDICIONES Por CARL L. FOX Copyright © 1999 Christian Faith International Todos los derechos reservados. Publicado en forma de libro por: Christian Faith International Ministries PO Box 3037 Truth or Consequences, NM 87901
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 2 ISBN: 0-9671353-1-1 Dedicación Dedico este libro primero a mi Padre y a mi Señor Jesucristo. Entonces lo dedico a mi maravillosa esposa, Sheila, quien ha sido una gran ayudante en esta vida y ministerio. Sus oraciones han deshechado muchas barreras que necesitaban ser afrontadas. Sin estas oraciones, este libro nunca hubiera sido escrito. Agradecimientos Mi primer profundo agradecimiento va a Eli y a Susanna Arvizu, quienes pasaron un sinfín de horas para colectar las numerosas copias de las clases que yo enseñé, transcribiéndolas de las cintas, clasificando la información y siguiendo la visión de tener las clases de Convirtiendo las maldiciones en bendiciones en una forma escrita. Sin sus esfuerzos desinteresados, no habríamos tenido la habilidad de completar la manuscrita. Otros que especialmente necesitan el agradecimiento incluyen Elaine Liberio, por el diseño de la cubierta del libro inspirado por Dios, Ed Johnson, por su sinfín de apoyo y motivación y Paul Norcross, por su perspicacia aguda y comentarios constructivos. También quiero dar la gracias a Jan Magiera quien era de gran importancia en ayudarnos a finalizar la manuscrita. Hay muchos más para agradecer, demasiados para mencionar, los cuales nos han ayudado con sus oraciones, amor y apoyo financiero. Gracias de lo más profundo del corazón.
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 3 Introducción El tema de las maldiciones y bendiciones con frecuencia es nuevo para estudiantes de la Biblia. Todavía Dios tiene mucho que decir acerca de ellas. Sorprendentemente, a pesar del hecho muy claro que “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: maldito todo el que es colgado en un madero” (Gálatas 3:13)), nosotros sin embargo, todavía tenemos que romperlas. ¿Cómo puedo decir tal cosa si Cristo terminó nuestra relación con las malidiciones? El último capítulo del Nuevo Testamento, Apocalipsis 22, nos habla de esta pregunta. Apocalipsis 22:3 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,” La verdad es que las maldiciones todavía están con nosotros. Lo que logró Jesucristo en la cruz fue esto: Él le dio a cada hijo de Dios la libertad para desatarse de las maldiciones. Esto fue uno de sus hechos finales por morir en la cruz. Pero es claro en Apocalipsis 22:3 que todavía existen maldiciones y tienen que ser afrontadas y rotas hasta de las vidas de los cristianos. El mismo argumento es verdad con respecto al sanar. Aunque por sus heridas todos fuimos sanados (1 Pedro 2:24), ¿Son sanados todos los cristianos hoy en día? No. Pero, ¿Pueden ser sanados ellos si reciban por fe lo que Jesús logró por nosotros en la cruz? Sí. Así es con las maldiciones. El problema con la afrontación de las maldiciones es que hasta ahora, ellas han estado muy obscuras y escondidas del pensamiento cristiano. Mientras varias religiones alrededor del mundo se han convertido en profesionales en el uso de maldiciones (la brujería, el vudú, la hechicería y el curanderismo, etc.) contra la gente de Dios, los cristianos son muy ignorantes en el área de las maldiciones. ¡Todo esto a pesar del hecho que Jesús nos habilitó a hacerlo! Lo contrario de una maldición es una bendición. No solamente por medio de los logros de Jesucristo pueden aprender a reclamar su libertad de maldiciones los cristianos, sino también pueden recibir las bendiciones en lugar de aquellas maldiciones. En Convirtiendo las maldiciones en bendiciones, Carl Fox nos muestra cómo el Señor le dirigó a exponer esta brecha en el Cuerpo de Cristo. No sé de otro ministro hoy en día cuyo ministerio está acompañado por tales milagros extraordinarios. He
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 4 ministrado personalmente con él en los Estados Unidos y también en el extranjero y sigo sorprendido en como usa Dios a este hombre sencillo y humilde para traer liberación a su pueblo donde muchos más han fallado. No es que un individuo es más ungido que otro, porque vimos demasiado de tal atención en el Cuerpo de Cristo. Pero, simplemente, es que le ha enseñando a Carl el Señor este tema importante de convertir en bendiciones las maldiciones que plagan a los hijos de Dios para que él pudiera enseñar al resto de su pueblo. Qué el Señor siga abriendo los ojos de nuestro entendimiento mientras perseguimos nuestra relación con Él. Y qué tú corazón esté tan emocionado como el mío que al ver como el Señor convertirá en bendiciones nuestras maldiciones cuando aprendamos a obedecerlo. Paul Norcross Kingdom Faith Ministries Charlemont, Massachusetts
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 5 Capítulo 1 Un feo despertar “¿Te acuerdas de ese hombre?” preguntaron algunos pastores que se me acercaron después de reunirnos en un edificio universitario hace unos años. Señalaron a un hombre en el grupo que seguía sonriendo de oreja a oreja y saludándome con la mano. Pero no me acordaba de verlo alguna vez antes. Fue una noche del otoño muy fresca y yo estaba en el oeste del país de Ucrania con un pastor que estaba enseñando un curso en un colegio biblico. En esos días en Ucrania, nadie le sonreía ni saludaba con la mano—todavía estaba debajo de gran opresión, aunque se había levantado la Cortina de Hierro. Este lugar era tan devastado que muchas personas murieron cada invierno de frio y de hambre. Pues, no era un lugar de risas ni de esperanza. Las plantas de calefacción, mantenidas por el gobierno, estaban en malas condiciones y los gobiernos Comunistas que habían mantenido en esclavitud a este país desde 1922 habían quitado todas las partes de repuesto cuando salieron en los ochenta. Los muy jovenes, muy ancianos y enfermos perecían cada invierno. Un hombre feliz y sonriente no me pareció normal por aquel ambiente. Los hombres que me pidieron que identifique al tipo tan feliz continuaron diciéndome que él era el que me habían traido para orar esa noche. No mucha gente va para la parte oeste de Ucrania. Es muy difícil entrar a esta parte del país, y no hay garantía de que se pueda salir cuando esté adentro. Esta área tenía una ciudad secreta donde espías rusos eran entrenados durante la Guerra Fría antes de venir al este. Los intérpretes contratados, ateos y comunistas, anteriormente habían enseñado el inglés a los espías que vinieron al este. El ministro cristiano encomendado al trabajo de traducción durante la clase tenía que monitorear su trabajo de cerca. Pero mientras ayudaban con las traducciones, ellos aceptaron a Jesús como su Señor y empezaron a mostrar el fruto del Espíritu que había cambiado sus corazones y vidas. Ahora, la Mafia rusa tiene tanto control que la situación es mala y todavía los cristianos están sufriendo mucho. Esta área es tan diferente de la mayoría de Europa del este, porque cayó Ucrania bajo de comunismo en 1922, no en los años cuarenta, como el resto de Europa del este. Después de la Primera Guerra Mundial, Rusia les superó y les causó perder su identidad.
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 6 Inmediatamente después, Rusia se apoderó de Ucrania, cambió la lengua ucraniana e hizo ilegal el cristianismo. El que usara el nombre de Jesús era matado. Las iglesias eran forzadas a apoyar los programas de propaganda durante los días, entonces la gente podría tener sus servicios cristianos sólo después de las 8 de la tarde. Los jovenes no eran permitidos y el nombre de Jesús y la lengua ucraniana eran prohibidos. Todas las iglesias, hasta la Ortodoxa, tenían sepulturas bien mantenidas atrás para los mártires que se habían negado a dejar de mencionar el nombre de Jesús. En nuestra nación, los Estados Unidos, somos muy afortunados. La gente de este país frecuentemente usa su nombre en vano o difamatoriamente, pero en el oeste de Ucrania, la mayoría nunca ha oído el nombre de Jesús, ni siquiera usado como grosería. Entonces, ¿Cómo empiezas en un lugar como éste para alcanzar a personas con el nombre de Jesús y el amor de Dios? Tuvimos que confiar en el Señor para que nos dé los medios para hacerlo. En el lugar, donde nos reunimos por las noches para hablarles acerca de Jesús y Dios, yo me paré atrás y me ofrecí para orar por la sanación y liberación de cualquier enfermo—algo que estos ucranianos nunca habían escuchado. La primera noche que hicimos esto, no pasó mucho, pero cuando unos sanaron y se liberaron, empezaron a traer a otros para que también sean orados. Aunque nunca habían oído el nombre de Jesús, por los setenta años de cautiverio en ateísmo, reconocían el poder espiritual de experiencias largas con la hechicería. La brujería era el poder espiritual más fuerte allí. El hombre que me fue traído la noche antes fue maldecido profesionalmente por unos brujos. Sospecho que él pensaba que para quitar las maldiciones, tenía que ir a un vidente, ¡El cual aumentó sus problemas! Toda la villa sabía que el hombre, el cual yo llamaría Slava, estaba maldecido. Conocían aquel poder espiritual. Nadie hacía negocios con él, dejándolo sin ingresos. Su suegra se enfermó con un virus y estaba muriendo de deshidritación. Su madre tuvo un golpe y estaba paralizada. La familia completa vivía en una casa con un cuarto sin comida ni dinero. Y además de esas cosas, una parte del techo de la casa se cayó. Cuando alguien me trajo a Slava para orar, sin pensar más de una vez, quité las maldiciones de él en el nombre de Jesús, porque tuve la confidencia que fue lo que Dios me dijo hacer. Después, oré por la siguiente persona y muchas más, olvidando completamente sobre el hombre maldecido. La siguiente noche cuando vino él al culto, la gente explicó por medio de nuestro intérprete lo que pasó. Oré para quitar las maldiciones. Él regresó a su casa para encontrar a su suegra—la que se estaba muriendo de un virus y no podía comer— ¡preparando sopa de repollo! Se sentía fantástica y sólo tenía hambre. Se acostaron muy tarde esa noche porque había mucho regocijo en su casa. Cuando se levantaron la siguiente mañana, su madre, quien estuvo paralizada por meses, estaba sentada en el borde de la cama intentando balancearse.
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 7 No había una buena razón de apurarse a la tienda desde que nadie hiciera negocios con él. No se regocijaban así desde hace mucho. Fue alrededor de las dos de la tarde cuando finalmente se fue a la tienda. Cuando llegó, estaba la gente puesta en una gran fila esperando por su llegada. La cosa extraña fue que nadie sabía de las cosas que habían cambiado en casa. Había sido un gran cambio en sus vidas. Cuando me dijeron lo que le había pasado a este hombre, pensé en mí mismo, “Tengo que aprender acerca de esto,” pero estamos tan ocupados que no pensé mucho en él otra vez. ¡Eso fue un gran error! No tenía ninguna idea que sufriría consecuencias como resultado de mi falta de conocimiento del poder que tienen las maldiciones. La idea fue nueva para mí y Dios estaba usando esta incidencia con el hombre para enseñarme. Fue una lección muy difícil, porque sin pensar en ella, yo había hecho enojar a los demonios en los brujos, los cuales había maldecido al hombre. Pues, sólo por estar cegado en algo no significa que esto no pueda pasar. Puedes decir, “No me dolerá si salto de este edificio.” Pero cuando te golpeas en la tierra, todavía te va a doler, aunque no sabes que sí es grave—si sobrevives la caida. Las consecuencias comenzaron cuando todavía estábamos en Ucrania. Hubo un incidente con el ejército ucraniano, “los jefes,” y fue difícil salir del país. Al momento, no pensamos que algo serio nos estaba pasando, especialmente no que alguien nos maldijo. Estuve en una zona inhabitada por hombres entre las fronteras de Hungría y Ucrania por horas. Casi siempre, estos países tienen zonas inhabitadas en forma de una cuadra por las fronteras entre otros paises. Fue un día helado, sin albergues, y yo no traía mucha ropa. Le habíamos dado la mayoría de nuestra ropa a la gente antes de regresar a casa. El clima estaba más cómodo cuando llegamos a Ucrania, pero hacía mucho frío cuando regresamos a Budapest. Cuando regresamos de nuevo al este de los Estados Unidos, estaban pasando cosas más extrañas. No pude dormir por cuatro días. Mi esposa me estaba esperando en el sureste de Estados Unidos y todavía tuvimos que manejar por el país para Nuevo México. Entonces dije, “Debemos irnos a casa ahora porque no puedo dormir.” Salimos para allí. Viajábamos por la carretera interestatal 20 y llovía con tanta fuerza que no podíamos ver, cuando se poncharon las dos llantas de atrás. No había nada que podíamos hacer—nadie pararía para ayudarnos. Finalmente, después de sentarnos por tres horas más o menos, todavía sin poder dormir, empecé a manejar y oré, “Dios, por favor protege nuestros rines de las llantas.” Entonces, manejamos muy lentamente a cuatro o cinco kilómetros por hora, hasta que alcanzaramos la siguiente salida. Cuando llegamos, encontramos un taller, pero la gente no nos ayudó. ¡De veras, esto nos pasó! Yo estaba confundido y cuestionaba el por qué de todo esto. Ya era medianoche y no sabíamos si debiéramos de irnos de esa gasolinera. Me acordé que teníamos una tarjeta de club de auto, entonces les llamé, y vinieron para ayudarnos. Nos remolcraron aproximadamente treinta y cinco kilómetros a una llantera,
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 8 donde nos dejaron en frente de las puertas de taller. Allí nos sentamos por unas horas hasta que llegaron los mecánicos ¡Eran poco amistosos! Después de comprar dos llantas nuevas, llegamos a casa seguros. Finalmente, llegamos a Albuquerque y descubrí que el comercio de mi empresa se había acabado completamente por muchos días. Simplemente, se detuvo todo. ¡Todo! Aprendí que unas personas, las cuales nos habían querido antes, ahora estaban tratándonos maliciosamente. La gente que nos prometió a ayudarnos con los gastos del viaje no nos pagó, entonces estábamos muy endeudados. Ayuné y oré hasta que recibiera una palabra del Señor. Fue una sola palabra, “maldición.” Agarré el teléfono para marcar a un amigo y él me preguntó, “¿Estuviste en contacto con brujos en Rusia?” Le dije, “!No, no estuve en contacto con brujos! ¡Y estuve en Ucrania, no en Rusia!” En ese momento me acordé del incidente con el hombre maldecido. Nos fuimos para las dunas de arena cerca de Albuquerque para orar. Asombrosa es la vista allí. De esos cerros de arena en el desierto alto, yo podía ver las cordilleras en todos rumbos, algunas ciento sesenta y cinco kilómetros de distancia. Como oraba, ví llegar, salir y moverse las tormentas. En esta hermosura, me daría cuenta la presencia de Dios muy fuertemente. Este lugar era uno de mis lugares favoritos para pasar tiempo con el Señor. Cuando regresamos, el teléfono sonaba—¡Ya! Otra vez tenía comercio la empresa. En las dunas, yo había orado en el nombre del Señor Jesucristo, pidiendo a Dios que quitara todas las maldiciones que yo había recibido, y dándole gracias por bendecirnos a pesar de nuestros sufrimientos y el fracaso de nuestra empresa. Estaban rotas las maldiciones, regresó el comercio y seguimos pidiendole a Dios que todo funcione bien. Otra vez empezamos a recibir las bendiciones en lugar de ser maldecidos. Ese asunto fue el principio de una búsqueda con Dios para entender las maldiciones y como pueden ser desatadas. Poco yo sabía entonces que viajaría alrededor del mundo enseñando acerca de este tema. He enseñado éste como una clase que se llama Convirtiendo las maldiciones en bendiciones más de doscientas veces he viajado en tres continentes diferentes. Por medio de la gracia de Dios, miles de personas han sido sanados de enfermedades y malas condiciones de salud. Muchos han sido liberados de opresión. Gente ciega ahora puede ver y personas sordas ahora pueden oír. La gente ha sido sanada de problemas de espalda, de corazón, problemas emocionales y problemas económicos. Unas personas han tenido maldiciones generacionales en su matrimonio. Dios nos las mostró y las rompimos en el nombre de Jesús. Entonces más tarde estas mismas personas nos dicen cosas como, “¡Lo que dices es la verdad! ¡Soy de una tercera generación de divorciados!” Todos estos milagros han pasado del resultado de descubrir las maldiciones y reemplazarlas con las bendiciones de Dios. Déjame hablarte claramente. Todo esto me ha pasado, no porque soy una persona tan maravillosa, sino porque he estado listo para hacer cualquier cosa que me pida Dios. Soy un hombre regular (y no muy buena), pero ¡Dios es extraordinario y asombroso! Las visiones que me ha dado y las cosas que Él me ha enseñando han enriquecido mi vida en
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 9 una manera tremenda. En mi vida, he tenido que encargarme de muchos asuntos y ahora yo sé como manejarlos. Ahora entiendo como pueden ser resueltos y la autoridad que antes tenía sátanas sobre mí ha sido quitada. Quiero emfatizar otra vez que esto no tiene nada que ver con ser una persona especial. Toda la gloria va a Dios por cualquier tiempo que alguien es sanado o liberado. La promesa de Dios es: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos” (San Juan 14:13-15). Déjame contarte un poco de los antecedentes de mi vida. Como niño, le hablaba a Dios y le escuchaba, cantando, y hablándole cuando corría por las sendas usadas por los venados en el norte de Minnesota. Mi comunicación con Dios era buena, hasta que hubieron unos incidentes en la iglesia que me orillaron a rebelarme contra Él. Yo creía que la iglesia representaba a Dios. Como pasaba el tiempo, me acercaba al Señor y empecé haciendo algunas preguntas de la conciencia —las cuales son hechos hacia algunos pastores nerviosos cuando niños persistentes hacen preguntas honestas. Muy pronto vino un tiempo cuando me rechazó la iglesia. Cuando me rechazaron, me sentí como si Dios me hubiera rechazado y le eché la culpa. Fue entonces que decidí que no iba a tener nada que ver con las cosas de Dios. Me enojé y me rebelé. Muchas maldiciones con raices muy profundos salieron a la superficie por nuestra línea de la sangre—¡de tan lejos como Irlanda! Una maldición de enojo y otras nos afectaban después de que salió mi familia completa de esa iglesia. Antes de ese tiempo, yo tenía una buena relación con los miembros de mi familia, pero algo pasó que nos causó ser arrancado de uno al otro. Después de eso, las relaciones familiares empeoraban. Alrededor de ese tiempo, mi tio y mi padre se pelearon violentamente. Nadie vió otra vez a mi tio—¡Nunca! Mi hermano y yo no nos hablábamos por veinticinco años. Años después, cuando entendí como funcionan las maldiciones contra nuestra familia, hablé con él y oramos. ¡Nos convertimos en los mejores amigos después de todos esos años! ¡Estas maldiciones son reales! ¡Y pasan en todos lados, ¡no sólo a los irlandeses! Después que dejé de ir a la iglesia, no buscaba a Dios por las respuestas. La vida se convirtió en algo difícil para mí. Era un adolescente rebelde trabajando en la granja de mi padre. Salí de mi casa cuando tenía diecisiete años para hacer mi propio camino de la vida. Trabajaba en todo tipo de trabajo hasta que en el último yo empecé a trabajar como un vendedor de seguro de vida. Ganaba mucho en ese trabajo, además de unos otros negocios que comencé. Yo tenía el mundo a los pies o por lo menos pensaba así. Desde que fui rechazado de la iglesia, siempre había un poco de enojo, odio y violencia que influyían en mis acciones. Nunca tenía paz en mi corazón. Siempre estaba ofendido y tenía mucho rechazo en mis relaciones personales. Tampoco mi maldición del enojo no me ayudaba mucho. Argumentos en los bares, luchas, reacciones enojadas y
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 10 venganzas eran cosas muy comunes. Yo era suficientemente listo para mantener buenas relaciones por el bien de los negocios, pero era inquieto, siempre buscando el siguiente reto; nunca estaba satisfecho con nada ni nadie. Yo tenía aproximadamente treinta años antes de estar en paz con Dios otra vez. Fue entonces que decidí servirlo y hacer lo que me diga, a pesar del costo. Este fue un nuevo principio en mi vida, un tiempo de nuevos retos y nuevas cosas me pasaban. No puedo decirte de todas las veces que me protegía Dios, tiempos cuando yo estaba seguro que estaban ángeles cuidándome. Yo vivía en muchos lugares, conocía a mucha gente y les hablaba acerca de la misericordia de Dios para ellos. También conocí a mi linda esposa, Sheila. Vivíamos en Albuquerque, Nuevo México, cuando finalmente comencé a entender por primera vez sobre todas estas cosas inexplicables en mi vida y también en las vidas de otros. EXPLICANDO LO INEXPLICABLE Hay tantas preguntas que nos hacemos entre nosotros mismos. ¿Por qué siempre están peleando los irlandeses? ¿Por qué hay tantos pobres en algunos países? ¿Siempre tienen que vagabundean los gitanos? ¿Por qué no pueden llevarse bien los israelitas y los árabes cuando los dos son descendientes del Padre Abraham? ¿Por qué algunas personas se enferman y los doctores nunca pueden hacer nada para sanarles? ¿Qué significa cuando algunos países del mundo no pueden evitar sus revoluciones y vivir en paz? He descubierto que cuando le preguntamos a Dios, siempre Él nos contestará para que podamos aprender a vivir una vida llena de bendiciones, en cambio de una atormentada y maldecida. Tenemos muchas preguntas que no nos parecen tener respuestas y algunas personas nos dicen convenientemente, “Van a tener que esperar hasta que llegen al cielo para que Dios pueda decírsela.” ¡Te digo que le he hecho muchas preguntas! Ahora, te voy a preguntar. ¿Sabías que Dios le maldice a la gente? ¿Sabes que muchas veces te maldices y no te das cuenta? ¿Y piensas acerca de la mucha gente que te maldice y no se da cuenta de lo malo que hace? ¿Sabes acerca de las maldiciones profesionales? ¿Nunca le has visto a un hombre maldice a alguien, y peor, en el nombre de Dios? Las maldiciones son cosas poderosas y nadie las quiere en su vida. He visto cómo funcionan las maldiciones en culturas diferentes con mucha gente. Algunas raíces de gente tienen cosas de su cultura o historia que causan las maldiciones. Un día, aquí en América, un indio apáche de Nuevo México vino a mi casa. Estaba borracho y disgustado por lo que los hombres blancos le habían hecho, incluyendo la
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 11 introducción del alcohol. Entonces yo le dije, “Me pregunto ¿Quién causó la maldición más grande, nosotros o ustedes?” Y él me preguntó, “¿Qué me das a entender?” Le dije, “Los hombres blancos tampoco no sabían nada sobre el fumar de tabaco—hasta que empezaron a asociar con los americanos nativos. Otra vez, me pregunto, ¿Cuál es el problema más grande: el alcohol o el tabaco?” El se enojó mucho conmigo y me dijo que lo que le dije no fue la verdad. Entonces, le pregunté, “¿Me estás llamando un mentiroso en mi propia casa?” Replicó él, “No, pero no es la verdad.” Le respondí, “Estás borracho y no te estás portando muy educado, entonces sálte. ¡Sal de aquí!” El estaba beligerante. La próxima semana, regresó a mi casa y me dijo, “Predicador, tengo que decirte algo, lo siento.” ¿Por qué?, le pregunté. Respondió, “Porque me dijiste la verdad y te llamé un mentiroso.” La cosa tan interesante acerca de este asunto es que nos convertimos en amigos. Descubrí que él era un hechicero. Con tiempo, hablé con él acerca de Jesucristo. Se confesó a Jesús como Señor y renunció a practicar la brujería. Durante este tiempo, él nació de nuevo a la familia de Dios, fue liberado del poder del mal y fue sanado en su cuerpo. ¡El me trajo a unos amigos para que también pudieran oír la verdad! Pero cuando regresó el alcohol, regresó él a nuestra casa borracho y beligerante. Le dije que tenía que salir hasta que esté sobrio. Al día siguiente, encontramos plumas en todas partes de nuestra propiedad de manera de la brujería de los americanos nativos. Nos había maldecido porque no conocía nada más. Era su manera de confrontar las situaciones en su vida. ¿Te has preguntado el porque de la tolerancia baja para el alcohol que han tendido los americanos nativos o las gentes indígenas de las Américas en comparación con los hombres blancos históricamente? Muchos se convierten en alcohólicos y no tienen que tomar mucho para emborracharse. Yo creo que la maldición está en su sangre—digo esto con todo respeto, porque tengo queridos amigos, los cuales son americanos nativos. También hay algunas cosas que son únicas en los rusos, en los alemanes y en otros grupos blancos. Aquí en los Estados Unidos, el pueblo tiende a clasificar junto a
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 12 toda la gente blanca, pero la verdad es que hay raíces blancas distintas. Estas raíces vienen de partes diferentes de Europa y a menudo encuentras que tienen maldiciones similares. ¡Algunas personas no las llamaría maldiciones, pero es la verdad! Cuando veo las maldiciones que llegaron a esta tierra por medio de la esclavitud de los negros, me doy cuenta que cuasaron una guerra de la cual todavía no nos hemos recuperado en algunas partes del país. Creo que la amargura todavía está aquí. Tampoco, muchos negros no han recibido su libertad. La situación, en la cual los negros de África les vendían a la esclavitud a sus hermanos, y la esclavización subsiguiente en este país, les trajeron muchas maldiciones, a ambos África y América. Hoy en día, vemos esto en las pandillas en las calles de los Estados Unidos. Pero, ¿Qué piensas acerca de las buenas cosas de la vida? ¿Nunca has deseado que algo iría bueno para ti? ¿Cuántas veces has querido tener buenas relaciones con otras personas y algo siempre pasa para prevenir eso? ¿Has leído los libros que tratan de las malas cosas que siempre les pasan a las buenas personas? ¿Te gustaría leer un libro que se trata de las buenas cosas que pudieran pasar en las vidas de las buenas personas? Dios quiere convertir en bueno lo malo en mi vida y Él quiere hacerlo en la tuya. Mi historia solamente es un ejemplo para ayudarte, el lector, entender que yo soy exáctamente como tú—probablemente peor—y Dios me ha usado, y me está usando, para ayudar a la gente para que salga de las condiciones que están fuera del control en sus vidas. No hay una manera en que yo podía haber sido lo suficiéntemente bueno para merecer su favor. Si hay algo en este libro que te habla a ti o a tu situación, y te ayuda a liberarte, toda la honra y todo el respeto y toda la gloria pertenecen a Dios y a Jesucristo. ¡Jesuscristo es el único Camino para ser rescatado de la condición pecaminosa del hombre! El es nuestra libertad y nuestra paz. Búscalo y lo encontrarás; pídelo y recibirás; ábrete a Él y Él se comunicará contigo y tú con Él. Dios dice que si no pides, no recibes. Entonces, ¿Cuál es el problema con pedir? ¡Nada! ¡Es fantástico, porque Él nos contesta! ¡Este libro trata sobre convertir en bueno lo malo y muchas cosas más! Entonces, ponte tu cinturón de seguridad y ven conmigo. ¡Oro para que no seas el mismo después de este viaje y que camines en las bendiciones de Dios todos los días de tu vida!
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 13 Capítulo 2 La jornada hacia las bendiciones Un buen día soleado, yo cazaba alces. No estaba prestando atención y mi arma estaba en la tierra dos metros y medio de mí. ¡Me divirtía hablando con el Señor! Estaba disfrutando el sol en ese día bonito del otoño en las moñtanas accidentadas del Desierto de Gila cerca de la frontera de Nuevo México y Arizona. Dios había hecho la hermosura que me rodeaba. Yo podía sentir su presencia allí. En esta época, en mi ministerio veía buenos resultados cuando rompía las maldiciones, pero todavía no entendía muchas cosas. Empecé a hablar con Dios acerca de las cuestiónes de las maldiciones, de dónde vienen y qué son. El me dijo, “Una maldición que no tiene una causa no puede caerse. Sin embargo, si andas en desobediencia, estás vulnerable a los efectos de las maldiciones.” Me declaró que para prevenir a ser maldecido siempre tienes que obedecer. Me preguntó si nunca había conocido a otro cristiano que siempre le obedecía. “No, nunca.” Me hizo consciente de unos zopilotes que estaban circulando. Circularon por una hora encima de un cañon delante de mí, en las corrientes del aire. Entonces, Él me dijo, “Las maldiciones son así. Pasan mucho tiempo esperando por una oportunidad de entrar.” Me dijo, “Eventualmente tienen que regresar al lugar de dónde vinieron, si no pueden entrar en tu vida.” Más tarde, encontré este versículo in los Proverbios que dice: (Proverbios 26:2) Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa. Unos días más tarde, tuve una visión. En esta visión, yo vi una muralla entre la humanidad y lo malo. Como miraba, pude ver a los demonios yendo y viendo por la muralla contínuamente. Cuando miré más cerca, me di cuenta que todas las puertas tenían cerraduras. Yo sabía que esas cerraduras eran la protección de Dios. Pues, ¿Cómo iban y venían los demonios constantemente? Miré aun más próximo y me di cuenta que ¡cada demonio tenían una llave para entrar! Yo le pregunté a Dios, “¿Por qué estos demonios tienen llaves?” Me contestó, “Las llaves son maldiciones que les dan a los demonios autoridad legal para venir y entrar. Hay muchos tipos de llaves: algunas son maldiciones heredadas—o generacionales, algunas nos las imponemos a nosotros mismos y todavía, otras tienen que
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 14 ver con nuestro comportamiento, cuando desobedezcen las personas las palabras que les doy.” Si no quieres que tengan los demonios autoridad en tu vida, tienes que asegurarte que cualquier maldiciones que te están atadas han sido desatadas. Una maldición no puede venir a menos que tenga una causa. El temor y los pecados son las causas principales, las cuales quitan las bendiciones de tu vida. ¡Sin duda alguna, hizo eso el pecado! Cuando Dios nos dice hacer algo en la Biblia y dices, “No tengo ganas de hacerlo, pues no voy a hacerlo,” te has abierto al pecado que resulta la entrada de maldiciones. Dios no le dejará a satanás causarnos mal, salvo que dejamos abierta una entrada legal. El diablo es un ser legalista y si tú te le abres a él para que pueda lastimarte, segúramente va a usar la oportunidad. Sería ilegal maldecirte sin una causa. Dios quebraría la cabeza del diablo ¡y el día para eso llegará! La gente no puede entender la razón del porque le vienen las maldiciones. Nuestra sociedad ha alcanzado un lugar en que el pecado está tan aceptable que mientras haciendo las cosas del día, decimos, “Lo siento,” y verdaderamente no nos arrepentimos. Para arrepentirnos, tenemos que dar una vuelta y cambiar nuestras acciones. El arrepentimiento sincero y confesión del pecado dejarán que Dios nos protega totalmente. Otro punto importante es que no debemos de estar tan enfocados en las maldiciones porque no veremos las bendiciones de Dios. Dios no quiere que estemos tan conscientes de las maldiciones, sino que disfrutemos nuestra convivencia con Él y que no le permitamos tener intimidad con nosotros. Pero nos tenemos que dar cuenta que si dejamos una brecha en la vida para que puedan entrar las maldiciones, van a venir. Necesitamos decir, “Mira, no quiero las maldiciones. Quiero estar libre de ellas.” Por eso, es tan importante 1 Juan 1:9, porque “si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Desobediencia es un pecado, entonces, por medio de la confesión, tú quitas la llave del diablo y él no tiene más autoridad en esa área de tu vida. HAY QUE SUSTITUIR UNA BENDICIÓN POR UNA MALDICIÓN Cuando regresé de trabajar en Ucrania, me sentí atrapado. Yo no sabía lo que debía hacer, pero mientras perseguía un entendimiento del tema de las maldiciones y como destruirlas, el Señor empezó a cambiar la situación rápidamente. En lugar de las maldiciones, las bendiciones del Señor empezaron a alcanzarnos. Mucha gente me animó a enseñar lo que aprendía de la Palabra de Dios. Entonces, me dije, “De acuerdo,” y pensé en enseñarlo una vez. En el principio, me di cuenta que esta materia de convertir las maldiciones en bendiciones iba a ser difícil de enseñar porque hay tanto en la Biblia acerca de ellas.
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 15 Pues, en cambio de esperar hasta que yo me haya exhaustado de la investigación del tema, me puse una fecha. ¡Entonces, tuve que estar listo! Me acuerdo el día antes de enseñar, yo estaba en la cima de una montaña con un amigo orando y pidiendo la ayuda del Señor. Una voz atrás de nosotros nos dijo, “Cuando quitan una maldición, siempre hay que sustituirla por una bendición.” Nosotros dimos la vuelta a la misma vez y no había nadie. No dudamos quién era Él que nos habló. ¡Oímos la voz! Tuve que documentar esto con la Palabra de Dios antes de que pudiera enseñarlo, y no tuve el tiempo para buscar las Escrituras para probarlo, ¡pero Dios es tan gracioso! Me llamó un amigo esa noche y me dijo, “Carl, desde que has estado estudiando sobre las maldiciones, necesitas leer este versículo. Dice que Dios te convertirá tus maldiciones en bendiciones.” Aquí está el versículo que establece la fundación para la clase y es la piedra del ángulo de este libro: (Deuteronomio 23:5) “…y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.” Esto es de donde vinimos tan lejos en la jornada de nuestro entendimiento. Probablemente éste es el segmento menos entendido que Dios nos había enseñado en relación a este tema. No sólo necesitamos romper las maldiciones, sino también necesitamos poner unas bendiciones en su lugar. ¡La mejor cosa de todo esto es que las bendiciones funcionan mucho más fuerte y duran por más tiempo que las maldiciones! Demasiadas personas son muy ofendidas cuando menciono que muchos de sus problemas pudieran ser un resultado de las maldiciones. Me dicen, “!Oh, no tengo nada que ver con maldiciones! Es brujería y nunca me involucro con esa. Además, no tengo ningunos enemigos que quererían maldecirme.” Pero la cosa más extraña es que cuando los cristianos se enojan conmigo, citan el versículo: (Gálatas 3:13) Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición...” La gente dice que ninguna maldición podría tener poder sobre ella porque nació de nuevo. ¿No lee la Biblia? Jesús pagó el precio sobre la cruz por nuestra redención completa, la cual incluye ser libre de las maldiciones, pero como cualquier otra cosa que Él nos hizo disponible, tenemos que reclamarlo en nuestras vidas. Si estás enfermo, ¿Cuál es la primera cosa que vas a hacer? Comienzas por descubrir lo que está pasando en tu cuerpo—tal vez vas a un doctor, un especialista, lees acerca de la enfermedad en libros y revistas o hablas con gente cuyos síntomas son similares a los tuyos. Algunas personas buscan al Internet para encontrar el problema. Si piensas que tienes el sarampión, neumonía o cancer, y lo confirma un doctor, aun que no
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 16 te gusta la enfermedad, estás contento tener un diagnóstico que va a dirigirte hacia un tratamiento y esperas una curación. Si te estuvieran pasando malas cosas, ¿Querrías saber el por qué—aunque fuera una maldición como la del hombre ucraniano que mencioné en el primer capítulo? El sabía que fue maldecido, porque era de un lugar donde las cosas así eran bien conocidas y muy comunes en las conversaciones cotidianas. Su problema era que fue maldecido dos veces porque él buscó a alguien que podía ir contra cualquiera que le maldiciera primero. El debería haber buscado a Dios primero, pero él estaba tan contento al saber que había una solución a sus problemas—que a Dios le importaba lo suficiéntemente para ofrecerle una. Esa es la razón por la importancia de entender lo que es una maldición. Esa fue la siguiente cosa que me mostró Dios en mis estudios de las Escrituras. ¿Qué es una maldición? Empieza un maldición con una declaración. Es algo que es hablado de la boca, por medio de una oración, una palabra, un juramento o otra declaración. Las siguientes son algunas definiciones de una maldición: Enciclopedia Británica del Mundo: Un imprecación del mal, un juramento profano; una calamidad invocada o amenazada. Diccionario de Webster: Una oración que venga a alguien daño o mal; una palabra o una expresión usada para maldecir o jurar; Diccionario de Patrimonio Americano: Una solicitación a un poder sobrenatural para que malvad o daño se caiga sobre alguien. Invocar mal, calamidad o daño sobre; maldecir. En dónde vemos una carencia de bendiciones, sin duda alguna hay una maldición. La intención de una maldición es hacer mal a alguien. Empieza con una declaración— igual como una bendición. Las dos comienzan con declaraciones, y las palabras son poderosas. Dios creó la tierra con palabras. Cuando quería la luz, Él no construyó una planta de luz, sino habló las palabras, “¡Sea la luz!” Esa luz incluyó todo lo que conocemos aquí en la tierra: los colores, la vida y la energía. Las palabras tienen mucha autoridad. Las palabras negativas le dan a satanás la autoridad para operar contra nosotros para hurtar, matar y destruir, como en el caso de Job. Dios actua con nuestras palabras positivas para traernos una vida bendita. Por eso, tenemos que tener mucho cuidado con lo que decimos. Cuando hay problemas, mucha gente los hace peores por decir, “¡Oh, Señor! ¡Estoy sufriendo! ¡No puedo más!” En actualidad, la gente así se está cargando maldiciones (maldiciones impuestas por si misma) por lo que está diciendo. La instrucción de Dios es orar por la respuesta del problema y confesar las promesas de su Santa Palabra.
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 17 No importa si una maldición es intencional o te fue puesta por medio de otra persona o por ti mismo, siempre empieza con palabras. No puede maldecirte satanás— sólo puede usar las palabras habladas para llevar a alguien a una maldición. Si una persona dice que no puede hacer algo y sigue diciéndolo, nunca lo hará. Si alguien les dice una y otra vez a sus niños que son tontos, ellos pasan la vida entera siendo tontos, aun cuando son muy inteligentes. Por decirle a alguien que es tonto es una maldición por el poder de las palabras que están habladas contra él. El poder de la declaración es algo que va a continuar por el curso de la vida de esa persona. Esas palabras demoniacas se afianzan dentro de su mente y se graban a su personalidad, a menos que cambie la situación. Vamos a ver en los siguientes capítulos lo que dice Dios acerca de estas maldiciones. Pero ahora, vamos a ver la definición de una bendición. Es mucho más importante que sepamos de las bendiciones que Dios tiene para nosotros si le creemos y le somos obedientes. Dice en Jeremias 29:11, “...porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Demasiadas veces, nos parece que malas cosas nos pasan sin aviso, pero Dios quiere mostrarnos como esperar sus bendiciones. ¡Es asombroso! Quiere descargarnos sus bendiciones en todas las áreas de nuestras vidas. ¿Qué es una bendición? Una bendición empieza con una declaración. Es hablar bien de alguien o alabar a Dios. Puedes bendecir a Dios por medio de tu vida, por amarlo y obedecerlo. ¡Cuando le alabamos, lo estamos bendiciendo; les hablamos bendiciones a Dios y a Jesús por medio de nuestras alabanzas! Aquí están unas definiciones de una bendición: Enciclopedia Británica del Mundo: Lo que hace feliz o próspero; un dádiva de favor divino; una bendición; una adoración de gracia; adoración Diccionario de Webster: El hecho de uno que bendice; aprobación; una cosa que trae la felicidad o el bienestar; una bendición de los alimentos. Diccionario de Patrimonio Americano: Una expresión o declaración de buenos deseos; cualquier cosa que promueve o contribuye a la felicidad, el bienestar o la prosperidad. Dios también tiene bendiciones para el hombre. Algunas de ellas son su bondad, favor, misericordia y sus promesas. Todos necesitamos las bendiciones de Dios. Su misericordia es una bendición. La vida eterna es una bendición, de la cual no tenemos ninguna idea de comprender. En un millón de años a partir de hoy, nos vamos a romper la cabeza pensando y nos diremos a nosotros mismos, “¡Este es un buen trato!”
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 18 Porque comienzan las bendiciones con palabras, cuando hablamos a una persona las bendiciones de Dios en el nombre de Jesucristo, estas cosas son impartidas a su vida. Cuando hablamos las bendiciones a la vida de una persona, estas bendiciones tienen más autoridad y poder que las maldiciones. Cuando les decimos a nuestros hijos, “Eres una bendición,” “Eres estupendo,” y “Dios te trajo como una bendición a nuestra familia,” les estamos estableciendo por felicidad y prosperidad en sus vidas adultas. En tantas ocasiones, se les dicen a los niños que fueron un accidente y otras cosas así. Hay padres que dicen a sus hijos, “No te quiero,” o “Nunca vas a ser nadie,” los cuales les causan que pasen toda sus vidas viviendo debajo de la maldición de esas palabras. Una cosa muy común es poner a un matrimonio de una pareja joven unas bendiciones. No oficiaré en una boda salvo que tengo la oportunidad de romper todas las maldiciones primero, pues el amor puede tener autoridad en el matrimonio. Eso es uno de mis requisitos. Cuando oficio una ceremonia así, debo ser permitido a romper las maldiciones. Sólo porque dos personas nos aman tanto que no pueden quitar las manos de la otra, o decirle a la otra buenas noches sin pensar en algo más además de la persona con quien está enamorado, no significa que su matrimonio va a ir bien. Tan pronto como se casan, el diablo le impone al nuevo matrimonio lo principal de “una carne,” (Génesis 2:24) el cual Dios dice que cuando nos casamos con alguien se convertimos en una persona. El diablo ataca al matrimonio y dentro de poco tiempo, los enamorados no pueden soportar al otro. ¿Cómo? ¿Por qué él puede hacer eso? Porque cada uno de la pareja ha vivido sus propias maldiciones toda la vida. Cada uno se ha acostumbrado a sus propias maldiciones; pero ahora, más de las suyas, también tienen las maldiciones del otro. Porque son una carne, las maldiciones están intercambiadas entre ellos. Si estos asuntos están desatados y la pareja está hecha libre de sus propias maldiciones sin atarselas al otro, es entonces que puedes hablar sobre esa unión juntándose y siendo poderosa. Un matrimonio que empieza con las bendiciones de Dios puede ser una bendición y un ejemplo maravilloso para el Cuerpo de Cristo.
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 19 Capítulo 3 El origen de las bendiciones Oríginalmente, todas las bendiciones provienen de Dios. ¿Nunca has escuchado que el diablo te bendiga? ¿Puedes imaginarte a satanás queriendo una buena cosa para ti? Si te dice cualquier cosa así, puedo asegurarte que es una mentira. Está intentando de engañarte en pensar que él piensa en tus mejores intereses para que caigas en su trampa. Dios es el origen de todas las bendiciones y cuando Él te bendice, estás enriquecido ¡Y no hay tristeza! La felicidad, salud y prosperidad son las cosas que Dios quiere para todos nosotros: (3 Juan 1:2) Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Hay un relato bueno en la Biblia que habla de un hombre que vivió aproximadamente hace cuatro mil años en la tierra dónde hoy en día está Iraq. Este hombre conocía a Dios. Y por medio de él, tú y yo hemos recibido algunas bendiciones abundantes de Dios. (Génesis 12-1-4) Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. ¿Leiste eso? ¡Serán benditas todas las familias en la tierra! ¡Somos nosotros! Todos de nosotros son descendientes de Abraham, si tenemos fe. El es nuestro padre de fe. Abraham es nuestro padre y por esto, Dios nos bendecirá. Esta es una declaración profunda y más que eso, una que es la verdad. “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré;...” Abraham estableció el estándar, porque le obedeció al Señor. ¡La obediencia es la clave! Cuando le obedecemos, somos bendecidos. Somos, por fe, los descendientes de Abraham y es muy importante que nos demos cuenta que no tenemos que luchar contra otras personas. Les digo a los que quieren estar
� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 20 antagónicos hacia mí, “Si me bendices, bendito eres, y te quiero aunque me maldices— pero todavía vas a ser maldecido.” ¿Sabes el por qué? Porque Abraham es mi padre de fe. He heredado esta bendición. No tenemos que seguir ocupándonos en la venganza. ¡Hay bastantes razones! No tenemos que pelear en la batalla. Antes de que yo tomara una decisión por el Señor, yo era el tipo de hombre que salía para vengarme. Mi manera era “¡Mía es la venganza, dice Carl!” No me afectaba tirar a un hombre del carro viajando 120 kilometros por hora en la carretera. ¡Yo era así! Pero ahora, de veras creo que “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19). Y ahora, yo oro que la venganza de Dios sea que la persona se arrepienta y entre a la familia de Dios. Mi deber es amar. Odiar no es mi responsabilidad. Por ejemplo, una vez yo oré por una mujer que tenía un tumor en el cerebro. Los doctores iban a quitárselo dos días más tarde, pero Dios se lo quitó primero. Cuando Dios la sanó del tumor y ella les dijo a las personas de su denominación religiosa, ellos le respondieron, “¡Ese hombre sana con el poder del diablo!” Yo estaba tan enojado que me fui para el desierto y empecé a gritar al Señor acerca de lo que había pasado. ¿Sabías qué Jesús me dijo? El dijo, “¡Debieras haber escuchado todas las cosas que decían los líderes religiosos sobre mí!” Entonces, ¿Qué iba a hacer? Necesité arrepentirme y pedir disculpas del Señor. Fue entonces que yo pude orar por esas personas. Es fantástico que Dios tiene todo el control en todo. No necesitas irte a la tabla de ouija o a la bola de cristal para entender tu situación. ¡En la Biblia está escrito en blanco y negro! Tú tienes, por medio de nuestro padre de fe, Abraham, la habilidad de ser bendecido—yo sé que si le bendices a alguien y si le obedeces a Dios, serás bendecido. Y cuando otros te bendicen, también son bendecidos. Estos son los estándares establecidos por Dios desde el principio, y todavía son pertinentes hoy en la época de gracia. ¿Fue desobediente Abraham cuando Dios le dijo que salga de su tierra? ¿Le dijo a Dios, “No tengo ganas de salir. Todos mis parientes están acá. Me estoy quedando. Vete de mí, Dios?” No. Salió de Haran como le dijo el Señor. Abraham tenía setenta y cinco años cuando salió de su casa y su famila. Este es un ejemplo muy claro de Dios bendiciendo a los que son obedientes a sus instrucciones. Aunque a veces sus mandamientos no tienen sentido, cuando los obedeces, eres bendecido. ¿Por qué no dejas que te pruebe su Palabra? ¿Por qué no eres sencillo en obedecerlo en la manera que te da sus instrucciones? A veces las personas con la teología y las doctrinas religiosas no tienen ninguna idea de como obedecer. El primer pecado en el huerto de Edén se trató del conocimiento. Incluyó la ciencia del bien, no sólo del mal. LAS BENDICIONES PROVIENEN DE DIOS POR MEDIO DE LA OBEDIENCIA
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