� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 72 Te digo acerca de estas cosas porque pueden pasar a cualquier persona en cualquier parte del mundo. ¡No pasa sólo a los gitanos rumanos! Hay muchas cosas que llevamos adentro de nuestras casas que han sido maldecidos por brujos o hechiceros profesionales. Estos pueden ser regalos. O pueden ser objetos escondidos, o enterrados en el terreno de tu propiedad por alguien más. También estos objetos maldecidos son cosas que compramos. Pensamos que compramos algo “tan bonito.” Pero en ese acto, nos hemos maldecido por llevar adentro de nuestro hogar una cosa maldecida. Es más difícil ver cuando alguien te da algo como regalo, como lo que pasó en el asunto de la familia gitana. Les conozco a padres cristianos que batallan con la destrucción de objetos maldecidos que profesores asignatan a hacer a sus hijos. El movimiento de la nueva era está creciendo aquí en Estados Unidos y es muy común, por ejemplo, que niños hacen “dream catchers” (Es una artesanía popular de los americanos nativos en forma de círculo con una red de botones, piedras y otras cosas de colores. Un mito común es que estas cosas previenen los sueños malos, pues padres los pegan a las paredes encima de la cabecera de sus niños.) en las escuelas. ¡Los padres tienen que educar a sus hijos acerca de cosas así! Tenemos que cuidarnos de estas maldiciones profesionales. Si estamos obedientes al Señor, nuestro Dios, El nos ayudará y nos protegerá. Nos dará avisos acerca de algo impuesto a nosotros, o que nos impusimos a nosotros mismos. ¡Dios no quiere que nos muramos (nunca lo quería)! No quiere que una maldición nos sepere o peor, nos muera. Esto significa que estémos honestos con Dios—de una mente—y cuando decimos que vamos a tirar y/o destruir algo, lo hacemos. Una pareja, la cual es muy cercana conmigo, descubrió que no podía jugar con objetos maldecidos. Vive y trabaja en el estado de Washington, y pasa mucho tiempo haciendo trabajo técnico como trazando mapas del fondo del óceano. Nos visitaba en Nuevo México. Al esposo le encantan cosas de los americanos nativos y estaba intrigada con las muñecas kachinas hechas por los americanos nativos de Nuevo México. Les dije no comprar esas muñecas maldecidas. Los que las hacen se ríen de todos los turistas blancos por comprar estos objetos. Los turistas no tienen ninguna idea de las maldiciones que llevan con ellos. Cuando salieron ellos en su bonita camioneta de cuatro por cuatro de marca Nissan, decidieron a pasar por un área donde hay unas ruinas de los americanos nativos, la Barranca de Chaco. Estas son de las más importantes en el continente norteamericano. Miles de personas vivían allí en una antigua época. Mientras manejando por la barranca, una racha de viento sopló su camioneta con tanta fuerza que dio vuelta a su lado, destruyéndolo. Estábamos en un camino de tierra en la tarde. No estaba una estación de turistas, entonces no había nadie. Pero un hombre les vio de su coche unos kilómetros de allí. Cuando él entró a Farmington, Nuevo México, un pueblo cercano, llamó a la policia. Cuando llegó la policia para rescatarles, mis amigos tenían que prender un fuego para calentarse porque su camioneta era aplastada. Esperaron por cuatro o cinco horas
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