Convertiendo las Maldiciones en Bendiciones

� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 93 EL ÚNICO CAMINO A LA CURA ES JESÚS. EL PRECIO QUE FUE PAGADO POR LA CURA FUE Y ES LA MUERTE SOBRE LA CRUZ. COMO ROMPER MALDICIONES En Deuteronomio 28:1-2, tenemos la promesa que si oyeres atentamente la voz de Jehová nuestro Dios, sus bendiciones nos alcanzarán. Sin embargo, Deuteronomio 28:15 dice, “si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.” Te exhorto con toda mi fuerza y corazón que leas del versículo 15 hasta el fin del capítulo 28 de Deuteronomio. Si ves cualquier de estas maldiciones en tu vida o en las vidas de los miembros de tu familia, ora a Dios en el nombre de Jesús y arrepiéntete por los pecados por cuales no has pedido perdón que tú o tus antepasados han hecho para causar estas maldiciones. Ordena que las maldiciones sean rompidas en el nombre de Jesucristo y habla bendiciones para reemplazar las maldiciones, también en el nombre de Jesús. He escrito este capítulo entero en el primer apéndice para que puedas lógicamente y constructivamente afrontar a estos asuntos que han tenido consecuencias destructivas en tu vida. Esta no es una experiencia religiosa. Es una preparación espiritual para que puedas servir a Dios, ser buenos padres, ser buenos esposos y ser un testigo fantástico al mundo que está muriendo en sus maldiciones. Mientras estas bendiciones están serviéndote, día a día, vas a ver los cambios. Vas a sentir más fuerte, tu confianza en tu relación con el Señor será más fuerte y las atarduras con tu familia serán más dulces. Generalmente, las bendiciones financieras toma tiempo, pero mientras haces fielmente lo que te llama hacer la Palabra de Dios, también vas a ver las bendiciones en ese campo. Mi oración por cada persona que está leyendo este libro es que cambie su vida, que te muevas más cerca al centro de la voluntad de Dios y que seas el testigo que somos llamados a ser en la Palabra de Dios. Nuestra confianza en Dios aumentará hasta que podamos decir a aquella montaña, “Quítate en el nombre de Jesús,” y verlo pasar. Por favor, déjame orar contigo: Padre Celestial, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, venimos antes de ti con alabanzas y acciones de gracias por tu trabajo maravilloso que has hecho por y para nosotros. Sacrificaste a tu primogénito, nuestro Salvador y le dejaste morir en la cruz del Calvario y sufrir tantas tormentas, para que pudiéramos ser tus hijos. Gracias ahora por romper el poder de ese pecado en nuestras vidas y por liberarnos de todas las maldiciones que nos han mantenido en esclavitud. Pedimos esto en en nombre de Jesús para nosotros y para nuestras familias. Nos arrepentimos por los pecados de nuestros antepasados y por los de nuestra nación.

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