� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 80 de Dios. La única cosa que hacer es parar de hacer excusas por las violaciones y los homicidios. Esa es la única solución. No importa si vivimos en la era de la administración de gracia. Todavía tenemos maldiciones cayendo sobre nosotros porque dejamos a ir libres a los criminales. Obtuvieron libertad condicional y cometen el mismo crimen de nuevo una y otra vez. Vamos a dejar de pensar que gente traficando las drogas y cosas así está bien. Tenemos que declarar y aceptar honestamente lo que representan ellos. Personas así son el aire de satanás, y si no se arrepientan, están malgastando nuestro aire. Si nosotros, como una nación, nos paramos contra lo malo, ¿Qué lo pasaría? Por lo menos, disminuiría. No hace una diferencia en este país, aun los asesinos andan libres. Son liberados por un detalle pequeño. Alguien les cuestiona con una pregunta equivocada o no son el color correcto, pues se van libres. Ahora hay discusiones acerca de cuotas para la silla eléctrica. No puede ser más muertes debido a crimenes contra sociedad que el porcentaje de raices en nuestro país. No tiene nada que ver con pecado, ¿No? Es una cosa muy triste. El pecado es el enemigo de todos nosotros. Es el enemigo contra nuestro Dios. Por el bien de nuestra nación, éstas son las cosas por las cuales necesitamos arrepentirnos. (Deuteronomio 19:13) No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien. La destrución final de Israel en 70 d.C. pasó porque gritaron con gozo a ver la sangre inocente de Jesús derremada. Dijeron, “¡Crucifícalo, crucifícalo! ¡Libra a los malvados y mata a los inocentes!” Pero la misma cosa está pasando en nuestra patria hoy en día. Hay un clamor yéndose al cielo, a Dios. Es la sangre de cuarenta millones de bebés que fueron matados. Mas que la inocencia que tenemos por el nuevo nacimiento, no hay nada con más inocencia que la sangre de un bebé todavía dentro del matriz de su madre. El bebé no debe ser violado en el vientre. Nos necesitamos arrepentir. Tenemos que descontinuar las excusas por este asunto tan importante y confrontarlo. Estas son maldiciones muy serias y el castigo por no arrepentirnos es la muerte, probablamente más pronto que más tarde. Tal vez no pienses que estas cosas nos aplican hoy en día, pero te puedo decir que he visto a cientos de personas liberadas de efermedades terminales, de la pobreza, efermedades de la mente y de tantas otras cosas malas, demasiadas para mencionar aquí. ¡Los cambios son dramáticos, casi al instante, cuando estén rompidas las maldicione! No creas por un segundo que desde el Antiguo Testamento dice tanto acerca de las maldiciones y las bendiciones que ahorita no tienen nada que ver con nosotros porque
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