Convertiendo las Maldiciones en Bendiciones

� Copyright 1999 Christian Faith International Ministries. Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.CFIM.Net and www.KingdomFaithMinistries.Org . 64 Capítulo 8 Maldecido por la desobediencia Naamán era general del ejército del rey de Siria y un hombre de valor, pero tenía lepra. Le vino a Eliseo, el hombre de Dios, para ser sanado y le había dicho Eliseo lavarse en el Jordán siete veces para ser curado de la lepra. Al principio, a Naamán no le gustó la idea de lavarse en un río sucio, pero cuando finalmente lo hizo, fue sanado. El le había deseado recompensar al hombre de Dios por la sanaci de la lepra, pero el profeta le envío a su tierra de nuevo, su piel como la de niños. Su siervo, Giezi, decidió que sabía mejor que Eliseo y le desobedeció. Esa acción resultó en una maldición sobre él. (2 Reyes 5:26-27) El entonces le dijo; ¿No estaba también allí mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve. Giezi le desobedeció al hombre de Dios, lo cual era igual de desobedecer a Dios. Recibió la misma lepra de que Dios le había liberado a Naamán. Cuando no hacemos la voluntad del Señor, siempre causa maldiciones, como hemos visto antes. El diablo es maldecido Dios le maldijo al diablo, esa serpiente artero, por su desobediencia en el huerto de Edén. (Génesis 3:14) Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Dios le dijo al diablo en Génesis, y hoy en día, todavía es verdad, “Y polvo comerás todos los días de tu vida.” Tienes autoridad en Cristo para herir a la cabeza del diablo. Está gateando sobre su pecho; está en el polvo. Oye, si él empieza a causarte problemas y si vas a ponerte de acuerdo con la Palabra, ¿Sabías qué? ¡Puedes llenarlo con polvo! ¿Por qué piensas que Jesús les dijo a sus discípulos cuando les envió, “Si os rechazaran, sacudid el polvo de vuestros pies?” Fue un símbolo; fue una maldición que se caería sobre el pueblo entero.

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